La fuerza de la Iglesia católica en Nicaragua, reflejada en la celebración de La Gritería

Miles de nicaragüenses abarrotaron este sábado 7 de diciembre las calles de la ciudad de León para celebrar 'La Gritería', una de las festividades religiosas más emblemáticas de Nicaragua, en honor a la Inmaculada Concepción de María. La masiva concentración de fieles ha sido una clara demostración de la fuerza de la Iglesia católica en el país, a pesar de la implacable persecusión que sufre desde el año 2018 por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

La Gritería es una de las contadas actividades religiosas que la dictadura Ortega-Murillo permite celebrar a los católicos en medio de la ola cruzada de odio contra la Iglesia, marcada por la vigilancia policial, control de discursos, desapariciones forzadas, destierros y despojo de la nacionalidad.

Este sábado celebración central de la festividad católica, como es tradición, estuvo encabezada por el obispo de la diócesis de León y Chinandega, Sócrates René Sándigo, señalado de ser uno de los jerarcas católicos afines a los Ortega - Murillo. El obispo dio inicio al acto de fe en el altar mayor de la Real e Insigne Basílica Catedral de León con el tradicional grito de "¿Quién causa tanta alegría?" y la respuesta de los fieles no se hizo esperar: "¡La Concepción de María!". 

A las afueras decenas de católicos se concentraron en el atrio y plaza central de la ciudad, donde la escena estuvo acompañada por explosiones de cohetes, música filarmónica, baile de muñecas gigantes y el sonido inconfundible de la marimba, creando un ambiente lleno de júbilo que atrajo tanto a locales como a turistas.

Católicos demuestran su fe

Con cantos, oraciones y la alegría desbordante de las familias que se preparan con novenarios y bolsas para los obsequios, 'La Gritería' sigue siendo una manifestación de fervor mariano que perdura y se reinventa cada año, manteniendo vivo el espíritu de una tradición única en el país.

En las calles, familias enteras recorrieron la ciudad deteniéndose en los altares decorados con devoción para cantarle y rezarle a la Virgen, a cambio recibieron dulces, frutas, nacatamales, caña de azúcar y, en algunos casos, pequeñas bolsas con alimentos básicos como arroz y frijoles.

Los fuegos artificiales, elemento infaltable en todas las festividades, iluminaron el cielo, mientras los fieles disfrutaban alegremente del recorrido.

Esta tradición, que nació el 7 de diciembre de 1857 tras la expulsión de los filibusteros al finalizar la Guerra Nacional, se celebra en los 153 municipios de Nicaragua y en comunidades nicaragüenses en el extranjero, especialmente en Costa Rica y Estados Unidos.

Más allá de su carácter religioso, “La Gritería” es también una expresión cultural que une a los nicaragüenses en torno a su fe y su identidad.

* Con información de EFE